¿Cómo sería una administración Biden? Primero, salvar el medioambiente

En la tormenta de noticias que genera a diario esta administración, por lo general, envueltas en controversias y situaciones sin precedentes, carecemos de un espacio para un debate más sereno y profesional.

Por esta razón, voy a hacer una serie de escritos breves sobre las propuestas de gobierno de Biden, para ofrecer perspectiva a los amigos y lectores cubanos sobre cómo sería su administración, si resulta electo este noviembre.

 Primero, Justicia Medioambiental:

Lo fundamental: Biden planea convertir la economía del país a tecnologías de energías renovables a largo plazo.

El planeta se está calentando a niveles insostenibles, debido nuestra incapacidad de adoptar masivamente tecnologías verdes. Para determinar la gravedad del asunto, consideremos que un desbalance en los factores ecológicos podrían dejar nuestra atmósfera sin sus fuentes de oxígeno: plantas y microorganismos. Esto significa que el planeta puede hacerse tan hostil que sería muy difícil la vida para los seres humanos.

Me gustaría preguntarles a los colegas conservadores, quienes alegremente defienden eliminar las regulaciones medioambientales: ¿qué economía va a ser posible sin que podamos respirar oxígeno libremente? El cambio climático no es un invento de los liberales para atacar a ciertas industrias de corte conservador. 

Joe Biden promete regresar a los Estados Unidos al acuerdo de París sobre cambio climático, que aunque no sea todo lo atrevido necesario, tampoco la actual administración ha establecido una alternativa que involucre a las demás naciones en un marco de trabajo conjunto. 

Otra de las propuestas más interesantes de la plataforma demócrata, es establecer una División de Justicia Climática dentro del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Esto facilita los recursos y la prioridad necesarias para perseguir a las empresas más contaminantes, sin que sea necesario establecer demandas civiles contra ellos. Esta es una propuesta que Biden tomó del gobernador Inslee, del estado de Washington. 

Parte de la estrategia para enfrentar la crisis medioambiental, es  la creación de un Grupo de Trabajo sobre Equidad Climática, que monitoree los efectos del cambio climático y la situación de las minorías, entre ellos los hispanos, quienes enfrentan una carga desproporcionada de los efectos negativos de las adversidades del clima. La propuesta particular de Biden, es trabajar con los líderes de las comunidades, apoyarlos y encontrar soluciones que cierren la brecha. Un punto fundamental en su apoyo, es la meta de que un 40% de las inversiones en energías renovables sean implementadas dentro de estas comunidades, que hoy sufren importantes desventajas. 

La propuesta de Biden implica crear alrededor de 10 millones de puestos de trabajo en energía renovable, lo cual haría a los Estados Unidos más competitivo en la nueva economía y ofrecería a los trabajadores estadounidenses la oportunidad de entrenarse en tecnologías que representan un salto histórico.

En general, la administración Biden establecería una Estrategia Nacional de Crisis para enfrentar los desastres y los peligros a la salud producto del cambio climático. Los resultados actuales de la pandemia de Sars-Cov-2, son muestra de lo importante de esta aproximación, puesto que la actual administración no parece haber desarrollado plan alguno. Como parte de la estrategia, se establece una Oficina de Cambio Climático y Equidad en la Salud, en el departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. 

Es importante que no olvidemos que estas tecnologías e infraestructuras serán desarrolladas por China y la Unión Europea, en caso de que los Estados Unidos continúe la política de la administración actual, de negación de la ciencia y defensa irracional de un pasado “del carbón”, que ya es imposible de rescatar. Los Estados Unidos quedará sólo y aislado en el terreno económico y político global, sin haber preparado a los estadounidenses para el mundo que se aproxima. Joe Biden ofrece una alternativa para convertir a los Estados Unidos en una potencia competitiva de la nueva economía que se impone. 

Las propuestas todavía más amplias y la seguiré abordando en los próximos días.

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