Familias afectadas por la suspensión de servicios consulares en Cuba piden una solución al gobierno estadounidense

He estado en pocas manifestaciones cuya petición me parezca más justificada y urgente, o donde más participantes de los que entrevisté, necesiten contener sus lágrimas para responder las dos simples preguntas: ¿Qué pides a la nueva administración? y ¿Con quién esperas reunirte? 

Desde que los servicios consulares de los Estados Unidos a Cuba fueron suspendidos en el año 2017, las familias involucradas en el proceso de reunificación familiar se han visto envueltas en una odisea. Deben esperar por una fecha de entrevista para sus familiares que han acumulado años de retraso, también deben pagar tarifas a USCIS (Servicios de Inmigración y Extranjería de los Estados Unidos), como si los procesos en cuestión fueran normales, pero sin obtener prácticamente ningún avance en sus peticiones. En el caso de que logren recibir una fecha de  entrevista, deben gastar miles de dólares para que sus familiares puedan asistir a la oficina consular estadounidense en Bogotá o Guyana. Hay historias de familias que han tenido que dejar de atender esa cita, esperada por años, por falta de recursos para mover y hospedar a sus familiares al país vecino.

Esta petición se realizó en el conocido parque Máximo Gómez (Parque del Dominó) en La Pequeña Habana, y entre los asistentes se podía comprobar un optimismo renovado con la administración Biden, pero también las cicatrices de años de peticiones y diálogo con todos los niveles, estatales y federales, tratando de ser escuchados. Por supuesto, si la administración Trump no tenía interés o incentivos políticos para hacerlo (por no mencionar humanos), era muy difícil que alguna petición alcanzara su objetivo, porque no hay peor sordo que quien no quiere escuchar, sobre todo si la sordera parte de la Casa Blanca. 

“Nuestos familiares en Cuba no sólo están a la espera, sino que es como si quedaran congelados en el tiempo, sin poder casarse, avanzar o tomar alguna otra decisión significativa en sus vidas mientras este problema no se resuelve”, afirmó uno de los asistentes.

Esta vez, a menos de dos meses de la inauguración de un nuevo presidente, las circunstancias son distintas. Los participantes todavía se preguntan si pueden buscar soluciones alternativas, mientras se resuelve el enigma de los “ataques sónicos”, opciones desde la entrevista virtual, hasta mover en vuelos regulares diarios al personal consultar desde Miami a La Habana, o incluso establecer una oficina en el territorio de la Base Naval de Guantánamo. En cualquier caso, el restablecimiento de los servicios consulares dentro de Cuba les volvería a dar la esperanza a estas familias de que, por medios legales y siguiendo las reglas establecidas, pueden reencontrarse con sus seres queridos.

Nuestro medio continuará cubriendo esta historia y apoyándolos en su reclamo.

Algunos de los participantes:

Dailey Rosales, reclama a su hija de 18 años que está sola en Cuba
Lazaro Puente Fernandez y José Moreno Infante, quiere reunirse con su esposa y su hija respectivamente
Miraida Alvarez, espera reencontrarse con su hija y su nieto
Margen Sanchez, espera poder reencontrase con su esposa y sus dos hijos
Mercedes Alfonzo, desde Octubre de 2014 está reclamando a su hijo
Angela Vergara, espera reunificarse con su hijo y su nieto
Yudisbel Bonilla, quiere reencontrase con sus dos niños, reclamándolos desde 2016
Magaly Alonso y Denis Matienzo, quienes esperan reunirse con su hijo
Tatiana Crespo, pide reencontrarse con sus familiares que están en Cuba
 

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