La diversidad de ideas y de puntos de vista, es patrimonio de las naciones. Cuando las sociedades se vuelven intolerantes, por la razón que sea, pierden gran parte de lo que las hace fuerte: la capacidad de adaptarse y corregir el rumbo de manera efectiva. En un país donde los dogmas ideológicos están por encima del bienestar de las personas, del desarrollo y de los estándares de derechos humanos aceptados por la comunidad internacional, es frecuente que los problemas abrumen la capacidad de esa sociedad de responder ante ellos. Esto provoca dolor y sufrimientos humanos indescriptibles, familias desprendidas y heridas personales muy difíciles de sanar. Un nación intolerante, está fuertemente en contradicción consigo misma. Sobre este tema y sobre las experiencias de vida de los cubanos, estaremos conversando esta tarde miércoles en un programa especial, con cubanos que han puesto mucho de sí para ser escuchados por encima de los dogmas y las intolerancias.
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23 y Flagler
March 14, 2024
