Vacuna de COVID19, Vacuna de Pfizer, Vacunas de ARN, Vacuna de … ¿Que son las Vacunas?

Si bien COVID19 y varios términos relacionados con la pandemia fueron las palabras más buscadas en el Internet del recién finalizado año 2020, yo anticipo que algunas o todas las palabras del título de este artículo serán parte de la lista de los términos más buscados en internet este año. No es que de pronto me haya convertido en oráculo o cartomántico, es sólo sentido común. La pandemia del COVID19 ha tenido un impacto imposible de obviar para todos que incluye lo filial, lo emocional, lo financiero, lo político y lo geográfico. Habrá un antes y un después de la Pandemia, un evento del cual nadie saldrá indiferente. Por tanto, asumo que la vacuna para hacernos volver a la normalidad, cualquier cosa que eso signifique, tendrá una implicación muy importante a nivel informativo.

Este efecto ya se percibe, el número de artículos en la prensa que hablan de vacunas, fases de pruebas, reacciones adversas, principios activos, modos de conservación han aumentado exponencialmente en las últimas semanas con la aprobación de diversas vacunas para combatir el COVID19. El portal digital 23 y Flagler no ha sido ajeno a esta oleada de información, en las últimas semanas se han publicado varios artículos hablando sobre el origen de las vacunas o el actual sentimiento generalizado con respecto a ellas. Este artículo no intenta dar una explicación exhaustiva sobre las vacunas, pero si intenta dar un esbozo sobre qué son las vacunas, cómo están conformadas, qué tipos existen, cómo y quién las aprueba entre muchas otras interrogantes.

¿Qué son las vacunas?

Las vacunas son preparaciones biológicas que utilizan un antígeno o ingrediente activo que genera una respuesta inmune a una enfermedad infecciosa en particular. Este antígeno tiene cierta similitud biológica o química con el agente que provoca la enfermedad infecciosa y tiene como objetivo estimular el sistema inmunológico. Esta respuesta inmunológica queda registrada y permite crear un nuevo mecanismo de respuesta inmunogénica cuando el organismo reconoce al patógeno nuevamente generando una respuesta para combatirlo y destruirlo. Existen vacunas profilácticas y terapéuticas, las primeras ayudan a prevenir o disminuir el efecto negativo de una infección, mientras que la segunda sirve para combatir la infección de un proceso ya existente. Muchas vacunas necesitan ser administradas en múltiples ocasiones durante un corto espacio de tiempo para generar la eficacia de la respuesta inmune, otras hay que reactivarlas cada cierto tiempo, y algunas sólo necesitan ser usadas una sola vez. Las vacunas han sido uno de los avances médicos más importantes de las ciencias médicas ayudando a la erradicación de verdaderos flagelos como con la viruela, la papera, el sarampión, la tuberculosis, la poliomielitis y la difteria entre muchos otros.

¿Cuáles son los ingredientes de una vacuna?

Como cualquier otro medicamento, las vacunas están formadas por otros componentes biológicos y/o químicos en adición al ingrediente activo, el cual trataremos en detalle más adelante, Los componentes más comunes de una vacuna son los adyuvantes, los preservantes y los excipientes. Los adyuvantes -del latín adjuvare, que significa ayuda- son sustancias que ayudan a potenciar la respuesta inmune que el organismo humano genera para combatir la presencia del ingrediente activo. Las vacunas pueden no tener ningún adyuvante o tener uno o múltiples. La función siempre es la misma, es activar la respuesta inmune para aumentar la potencia y el periodo de inmunidad. Recientemente, los adyuvantes también han sido usados como estabilizantes y como sustancias para la liberación controlada del antígeno. Otro importante componente de las vacunas son los preservativos, estos se adicionan a la formulación por razones prácticas de seguridad. En general son compuestos químicos con acción antimicrobiana como son el timerosal, formaldehído, y phenoxyethanol entre muchos otros. El timerosal es el de mejor desempeño, pero actualmente no se usa en formulaciones vacunales en países del primer mundo porque es un derivado orgánico del mercurio. No existe prueba alguna que el timerosal tenga efectos negativos para los humanos, pero ha sido eliminado para evitar temores que puedan dar al traste con la necesaria aceptación social de las vacunas. Por último, tenemos a los excipientes que son productos químicos remanentes del proceso productivo o que se les adicionan a las vacunas para aumentar su estabilidad e inmunidad. Los más comunes son sales de aluminio, antibióticos o proteínas del huevo.  Estos tratan de ser minimizados pero su función preservadora y amplificadora son totalmente necesarias.

¿Cuáles son los tipos de vacunas?

Hay múltiples tipos de vacunas, y en la medida que la ciencia progresa se adicionan otros tipos de vacunas. El tipo de vacuna está directamente relacionado con el antígeno o ingrediente activo que se utiliza en la formulación. Los tipos de vacunas más importantes son las tradicionales que se clasifican en: las inactivadas, las atenuadas, los toxoides, las de subunidad, las conjugadas, las hetero-típicas o las más recientemente introducidas que están basadas en moléculas de ARN.

En el caso de las vacunas tradicionales estas se basan en el concepto estático de que existe un antígeno que tiene una similitud biológico excepcional con el agente infeccioso y genera una respuesta inmunológica que el cuerpo recuerda, Las inactivadas están conformadas por la entidad biológica infecciosa que ha sido previamente destruida usando calor, químicos o radiación. Esta entidad biológica ha perdido la capacidad de replicarse, pero aún conserva suficientes motivos químicos ajenos a los humanos como para poder generar una respuesta inmune. La vacuna de la polio y la rabia forman parte de esta familia. La vacuna atenuada usa una versión similar al agente infeccioso pero que presenta una acción disminuida en humanos. Aun así, es efectiva generando una respuesta inmunológica cuando el agente real está presente. La famosa BCG contra la tuberculosis, así como la vacuna contra la fiebre amarilla, la rubéola, y el sarampión pertenecen a esta familia. Las vacunas tipo toxoides tienen como ingrediente activo un compuesto tóxico que es usualmente generado por el patógeno, pero en concentraciones muy bajas. La vacuna más famosa de este grupo es el toxoide tetánico. Las vacunas de subunidades son vacunas que usan como antígenos una parte bien específica y conservada del patógeno. Este motivo bien conservado es replicado utilizando técnicas recombinantes que permite su copia fiel y amplificada generando una respuesta inmunológica importante sin el peligro de alguna infección real. Las vacunas conjugadas también conocidas como vacunas de polisacáridos conjugados usan como un mecanismo combinado donde los polisacáridos resultantes de la capa externa glicosilada son utilizados como motivo de detección, mientras una proteína asociada se usa para generar la respuesta inmunogénica. La vacuna contra la meningitis es una de las más conocidas de este tipo. Por último, tenemos las vacunas hetero-típicas también conocidas como Jennerianas ya que fue el primer tipo de vacunas introducido por el Dr. Jenner. Estas usan un virus que es taxonómicamente diferente al humano, pero que presenta un alto grado de parentesco antigénico. La vacuna más conocida de esta familia es la vacuna original contra la viruela.

Las vacunas de ARN recientemente introducidas aprovechan que la molécula de ARN no es infecciosa, pero sí transmite la información genética de una parte bien conservada del patógeno, además de ser capaz de utilizar la maquinaria biológica replicadora de las células humanas para crear in-vivo múltiples copias del antígeno de tipo proteico seleccionado para producir una respuesta inmunológica eficaz. Las vacunas más conocidas de este grupo son las ahora famosas vacunas de Pfizer y Moderna para combatir el COVID19. Es importante destacar que a pesar de que existen diversas variantes de vacunas ARN, las únicas aprobadas de modo excepcional por la entidad federal Food and Drug Administration (FDA) son las que están basadas en moléculas de ARN mensajero que han sido formuladas con la inestable molécula de ARN dentro de una nanopartícula lipídica para aumentar su estabilidad. Aun así, estas vacunas requieren condiciones de almacenamiento extremas y estrictas lo cual genera problemas logísticos para muchas instituciones y países.  Estas dificultades logísticas son en general menos importantes que las ventajas en términos de seguridad, volumen y costo de producción de este nuevo tipo de vacunas. Una de las teorías conspirativas más extendidas con respecto a la vacuna contra el COVID19, es que estas vacunas modifican el ADN de los inmunizados. En realidad, una de las características principales de estas vacunas es que el ARN jamás penetra el núcleo de una célula que es el lugar donde se almacena el ADN, y todo el mecanismo traductor y amplificador ocurre matriz citoplasmática o citosol con la ayuda de los ribosomas.

¿Quién y cómo se aprueban las vacunas?

Los candidatos vacunales son institucionalmente aprobados por  las entidades reguladoras de alimentos y medicamentos de cada país. Por ejemplo, en USA es la FDA, en Inglaterra es la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) y en Cuba es el Ministerio de Salud Pública (MINSAP). Para llegar a este punto, las vacunas deben haber pasado por un riguroso y bien establecido proceso que consta de una fase preclínica y cuatro fases clínicas. En la fase preclínica el candidato vacunal se formula después de demostrar suficiente seguridad y eficacia en estudios in-vitro usando modelos animales y/o biológicos diversos. Una vez que se pasa esta fase, el candidato se mueve a fase uno, donde el candidato se le aplica a un número limitado de individuos usualmente saludables para estudiar su efecto contra el antígeno y los posibles efectos negativos y colaterales. A la fase dos, solo pasan los candidatos con probada seguridad y eficacia y aquí se adicionan personas de diferentes estratos demográficos y en cantidades estadísticamente significativas. El objetivo fundamental de esta fase es establecer las dosis necesarias para cada grupo demográfico, pero con un serio seguimiento de los niveles de eficacia y seguridad. Fase 3 adiciona miles de participantes más ya que su objetivo principal debe ser la estimación final de la eficacia de la vacuna y esto solo se logra con un número alto de participantes. Los candidatos que pasan esta fase son considerados por las entidades reguladoras para ser aceptados como vacunas con interés público y comercial. La última fase se extiende durante la vida útil del fármaco y permite estudios y mejoras de la vacuna. Es importante destacar que este proceso es llevado a cabo usando diseños experimentales que aseguran la sensibilidad, especificidad y significancia estadística de los resultados clínicos y estos son publicados usando el sistema de pares en revista especializadas.

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