Semanas atrás, a raíz de las protestas del 11 de julio, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel dijo que las universidades del país “nunca han sido exclusivas para revolucionarios o no revolucionarios”. Se refería a rumores que circulaban en ese momento en torno a la posibilidad de que los estudiantes universitarios que habían participado en las protestas antigubernamentales fueran expulsados. Los rumores no eran infundados. Uno de los casos recientes y más mediáticos fue quizás el de Karla Pérez, quien fuera expulsada -por motivos políticos- de la Universidad Marta Abreu de Las Villas en 2017, cuando cursaba el primer año de la carrera de Periodismo. Sin embargo, no es el único caso. Las expulsiones de centros de estudio y de trabajo por motivos políticos han sido una constante en la historia cubana. En 2019, la periodista independiente Claudia Padrón Cueto publicó en Tremenda Nota un reportaje al respecto, en el cual documentó treinta expulsiones emblemáticas de profesores y estudiantes universitarios cubanos desde 1991 hasta 2019. También el Observatorio de Libertad Académica (OLA) ha registrado múltiples casos de persecución por razones políticas e ideológicas en las universidades cubanas. Hay historias suficientes para preocuparse. Por ello hoy hemos invitado a Claudia Padrón a conversar sobre este tema. ¿A qué podrían enfrentarse en estos momentos quienes disienten en Cuba y forman parte del sistema educativo cubano o trabajan para el Estado?
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23 y Flagler
March 14, 2024
