Cuando en la noche de acción de gracias se desató la noticia de que la policía había intervenido la vivienda donde se encontraban los miembros del Movimiento San Isidro, me comuniqué inmediatamente con varios amigos, activistas y youtubers, interrumpí sus festejos, principalmente porque todos hemos expresado el deseo de una normalización de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. Tal vez eso pudiera tener algún peso a la hora de persuadir a algunos, aún no persuadidos, de que estaba aconteciendo algo absolutamente inaceptable y que el hecho de encarcelar a esos muchachos es algo monstruoso que, además, repercutirá grandemente en lo que suceda entre Cuba y los Estados Unidos en los próximos meses.
Mi sugerencia fue salir al día siguiente en transmisión en vivo, mostrando nuestra condena a lo sucedido con el arresto de los miembros del MSI. No importa cuáles sean los criterios de esos activistas, toda persona tiene derecho a expresar su consciencia sin por eso sufrir represalias desde el poder, punto y final de la discusión. Si bien los defensores de la oficialidad cubana nos dicen que eso es “ingenuo”, dada la asimetría de poder entre Cuba y los Estados Unidos, un imperio con una política activa de cambio de régimen hacia una isla pobre, tal vez sea oportuno recordarles la también asimetría de poder entre jóvenes hambrientos y desprovistos de medios de defensa, y los agentes de un ejército profesional ¿No es cierto?
Absolutamente ninguna de las personas que contacté se negó, por el contrario, todos compartían mi indignación.
Es curioso cómo el Granma es capaz de publicar un artículo donde presupone mostrar ¿quiénes están detrás de un show “anticubano”? Sin ofrecer ninguna conclusión de quién es la mente maestra de todo, excepto acudiendo a interacciones de los manifestantes con figuras públicas como Almagro o Marco Rubio ¿Hay alguna evidencia de que Rubio o Almagro organizaron la cosa? ¿O tal vez Mara Tekach, a quien mencionan, funcionaria estadounidense quien ni siquiera está ya trabajando en la embajada…? ¿No es una opción válida pensar que las ideas vinieron de sus propias cabezas, de gente pensante y libre?
El artículo de Granma igualmente menciona el manual de “golpe suave” de Gene Sharp. Supongo que Gene se partiría de la risa si escucha la caracterización del diario del PCC. Yo le sugiero a todos que lean el libro de Sharp, no es ningún manual de la CIA, es obra de un académico que pone su trabajo a disposición de todos. El libro se llama “De la Dictadura a la Democracia”, es distribuído gratis y en él ofrece una serie de acciones civiles para enfrentar a los gobiernos opresores.
En la obra de Sharp, se perfila un principio elemental: las dictaduras se derrumban no a través de las armas, sino a través de la victoria moral sobre los opresores. No hay forma de vencer a las dictaduras a través de la fuerza, pero se vuelven débiles cuando la indignación de los ciudadanos y de la comunidad internacional ante las injusticias es tal, que se atreven a presentar sus cuerpos en las calles como exigencia a escribir una nueva constitución. Los métodos de Gene Sharp sólo pueden ser utilizados bajo gobiernos que son moralmente débiles, esa es la única razón por la que funcionan las vías pacíficas ¿Le preocupa esto a los agente de la seguridad cubanos?
En las horas de la madrugada del viernes negro, en que escribo este texto, se había anunciado que las mujeres del grupo estan libres. Todavía quedan por liberar los hombres, prefiero pensar que esto sucederá relativamente pronto.
La excusa utilizada por los agentes cubanos para el arresto, es la supuesta violación de la normativa sanitaria por parte de Carlos Manuel Alvárez, periodista cubano y quién se encontraba junto a los huelguistas. Carlos Manuel había entrado al país proveniente de México y los Estados Unidos y según alegan unas personas que se presentaron en la vivienda como funcionarios de salud (aunque sin mostrar identificación), el test del Sars-Cov-2 suyo había resultado “alterado”.
Carlos Manuel Alvarez propuso que sus propios padres, médicos residentes en Cuba, le administrarán un segundo test, porque él no confiaba en funcionarios que no se identificaban de forma apropiada. Aparentemente, la propuesta no dió a lugar, porque el arresto que se condujo en la noche, tuvo como fundamento la negación de Alvarez a abandonar la vivienda y someterlo a otro test de la covid19, asi como proteger a los demás expuestos.
El conflicto entre el MSI y los órganos de seguridad cubanos se está viviendo como un terrible drama, lleno de sobresaltos y con un marcado vínculo emocional con los involucrados, por parte de todos los que siguen los acontecimientos. No creo que esta situación puedan barrerla bajo la cama, o culpar al imperialismo como siempre. Esto sin hablar de que, cuando se mira con objetividad lo sucedido con Denis Solis, el miembro del movimiento encarcelado por “desacato” y cuya liberación fue la primera exigencia de los huelguistas, todo observador objetivo tiene que concluir que al muchacho le provocaron el delito. ¿Un policía que entra sin autorización a su vivienda…? ¿Para qué?
¿Por qué sucede todo esto precisamente ahora? Las teorías van en todas direcciones: unos dicen que es la Seguridad del Estado intentando frenar el proceso de diálogo y normalización con los Estados Unidos; otros dicen que es la extrema derecha de Miami y los intransigentes. Apenas unos días antes, muchos activistas en Cuba reportaron que estaban siendo particularmente presionados y varios concluyeron que se trataba de impedirles entorpecer el esperado re-acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos ¿Será que el caso Denis Solís fue simplemente uno en el que se les fue la mano…?
En cualquier caso, la petición de liberar a Denis no era algo extraordinario de pedir, sobre todo cuando ya habian publicado un video de Denis hablando de aspectos ajenos a los hechos imputados e incluso ya el joven hasta colaboraba con los agentes en esclarecer los hechos, tal y como se vio en el video. ¿Si querían darle una lección, no estaba acaso ya rehabilitado perfectamente? ¿Qué objetivo cumplía no revisar el caso y admitir, lo que todo el mundo puede observar claramente…, que hubo irregularidades y que el trasfondo era político, por decir lo mínimo?
Ninguno de los muchachos de San Isidro merecen ir presos, ni reprimidos, ni callados a la fuerza. Mucha gente ahora duda de la capacidad del gobierno cubano para dialogar en alguna forma, transparente y de buena fe. Sin embargo, todavía tienen tiempo de encauzar esta situación por un resultado más positivo, deberían tomar esa gran oportunidad y garantizar la libertad de los huelguistas, permitirles ver a Denis y facilitar una vía para que concluya su sanción fuera de una instalacion penal, cuando menos. Le harían un favor inmenso a todo el pueblo de Cuba.