¿El “Machadato” de Trump?

Los indicadores económicos de los Estados Unidos rompieron hoy récord con el mayor decrecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) desde que la variable ha sido registrada en la historia del país. La economía se contrajo un promedio ajustado anual de 32.9% en el segundo cuarto de 2020, han reportado varios medios nacionales.

El decrecimiento es producto del impacto económico que ha tenido la pandemia de Sar-Cov-2 en los Estados Unidos y en el mundo, así como de la controversial respuesta política, económica y epidemiológica de la administración Trump. La contracción masiva de los puestos de trabajo, los cierres de negocios y la falta de confianza de los consumidores en el control de la epidemia, afectan grandemente la magnitud del consumo; que es el componente más importante del PIB – aproximadamente un 70%. 

La administración, los republicanos del senado y los líderes demócratas del congreso, están enfrascados en alcanzar un acuerdo para otro paquete de rescate económico, pero varias medidas propuestas por cada partido han sido contenciosas, tales como el alcance de las ayudas federales para el desempleo. Los republicanos quieren adicionar unos $200 federales a los beneficios de desempleo estatales, mientras que los demócratas pretenden mantener la cifra de $600, que ellos consideran como fundamental para mantener a la economía a salvo.

Por su parte, el presidente Trump, comparte hoy en su cuenta de twitter una sugerencia a que las elecciones generales del 2020 sean retrasadas, debido a lo que califica como un fraude masivo en el sistema de voto universal anticipado por correo. Este llamado por parte del presidente, de retrasar las elecciones, hasta una fecha indeterminada donde “el pueblo pueda votar apropiada y seguramente”, no tiene antecedentes en la historia de la nación. Tampoco hay evidencias, hasta el día de hoy, de que el sistema de votos por correo haya estado comprometido, más allá de los errores y fraudes comunes, que no superan las decenas por ciclo electoral, en un proceso donde participan más de cien millones de electores.

Este tweet del presidente, ha provocado comentarios dentro de la comunidad cubano-americana, comparando el propósito del mandatario con el del gobierno del dictador cubano Gerardo Machado. Este impulsó al Congreso a modificar la constitución cubana de 1901, con el objetivo de permanecer por seis años más en el cargo público. La nueva maniobra se nombró “prórroga de poderes” y, a pesar de haber sido aprobada por los partidos políticos, resultó ser muy impopular. Años antes, Machado había afirmado: “Creo que en nuestro país una reelección presidencial es peligrosa y la experiencia nos obliga a reconocerlo así”. La respuesta a la prórroga  fue una de las etapas más convulsas y violentas de la historia de Cuba, así como el fin del machadato, producto de una huelga general y de continuas manifestaciones y acciones de protesta. Tenemos que decir, no obstante, que la actual situación política en los Estados Unidos, no es semejante al deterioro del sistema democrático en la Cuba republicana. 

En cuanto a si las elecciones en los Estados Unidos pueden realmente ser retrasadas, la enmienda número 20 del texto constitucional, establece que los términos del presidente y del vicepresidente concluyen al medio día del 20 de enero, del año siguiente a las elecciones generales. La Constitución igualmente establece que sean los miembros del Consejo Electoral, quienes elijan al nuevo presidente y vice-presidente en un día preestablecido del mes de diciembre. Estos votos deben después ser enviados al Congreso y son contados en una sesión abierta. En el caso de que ninguno de ambos candidatos obtenga una mayoría de los votos electorales, es entonces el Congreso quien elige al presidente y el senado al vicepresidente. 

Bajo la ley estadounidense, sólamente el Congreso Federal y los estados tienen el poder de retrasar las votaciones generales por cuestiones de emergencia. En la historia del país, nunca unas elecciones han sido retrasadas por una situación de ningún tipo. En caso de que no exista un ganador claro de las elecciones presidenciales para el 20 de enero, entonces el líder del Congreso asume como presidente en funciones, hasta que un presidente y vicepresidente debidamente electos asuman su posición en algún momento

En conclusión, a menos que Trump haya sido elegido debidamente en elecciones generales, no tiene base para continuar su mandato después de enero 20: el Congreso debe sustituirlo. El hecho de que haya elegido el día de un reporte históricamente desfavorable para su administración, para provocar el debate sobre las elecciones, puede sugerir que se trata de una forma de distraer a la opinión pública. Por otro lado, la historia de otros países, al menos la de Cuba, nos muestra que maniobras para extender los mandatos, por parte de los jefes del estado y del gobierno, no tienen consecuencias favorables para los pueblos, ni para los gobernantes.

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